El gobierno está profundizando todas sus políticas antipopulares y represivas, y pone en peligro la paz en la República.
Gobierna para el capital financiero, desfinanciando al Estado y en exclusivo beneficio de las grandes corporaciones terratenientes, mineras y especulativas.
Por eso rebaja las retenciones, baja los impuestos y destruye todas las mallas de contención social, lo que puede ser letal en un país con altísimos índices de pobreza y miseria como el nuestro.
Y encima ahora, para sostener este modelo –muchos de cuyos rasgos ya parecen de locura– militariza al país, reprime con ferocidad y mata o hiere, continuando la violencia que condujo a las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.
El Manifiesto Argentino sostiene, en consecuencia, que la ya evidente “revolución de los ricos” es insostenible.
Tras el desfinanciamiento del Estado en casi todos los órdenes, con despidos masivos de empleados públicos, recorte de todos los derechos de los trabajadores asalariados, abaratamiento de la mano de obra hasta extremos antisociales e impulsando contratos de trabajo regresivos como se aplicaban hace más de un siglo, ahora encima descargan sobre millones de jubilados un ajuste de sus derechos adquiridos que supone robarles 100.000 millones de pesos en un año.
El actual gobierno en todas sus expresiones –sumiso frente a los ricos y violento con los pobres, los jubilados y los que se oponen y manifiestan pacíficamente– se quita ahora las caretas y su sinceramiento ideológico muestra su rostro más feroz.
El Manifiesto Argentino sostiene que esto pone en gravísimo riesgo a la democracia, dinamita el espíritu de la Constitución Nacional y empieza a mostrar características de un proceso de disolución nacional. Para ello la asisten grandes corporaciones prebendarias: la vieja oligarquía terrateniente, la industria antinacional, la justicia extraviada, el sistema hiperconcentrado de medios de (in)comunicación y las siempre insensibles burguesías especulativas.
El Manifiesto Argentino rechaza las reformas laboral, previsional y fiscal. Y exige el estricto cumplimiento de la Constitución Nacional y las leyes que protegen el derecho a la protesta y limitan y controlan la violencia estatal.
El Manifiesto Argentino se solidariza con la ciudadanía que ha sido y está siendo reprimida, y exige la inmediata renuncia de la ministra de seguridad Patricia Bullrich.
El Manifiesto Argentino sabe y reitera que sólo el pueblo, consciente y movilizado, sólo la paz y sólo la justicia social, pueden construir el país mejor que la inmensa mayoría de los argentinos queremos: más democrático, más igualitario, siempre en paz.
En la República Argentina, 14 de Diciembre de 2017.
Junta Ejecutiva Nacional de El Manifiesto Argentino: Mempo Giardinelli (Chaco), Alejandro Mosquera (PBA), Pedro Peretti (Rosario), Emilce Moler (CABA), Carlos D. Resio (Misiones), Graciela Bialet (Córdoba), Fernando Basso (CABA), Rosana Herrera Forgas (Tucumán), Julio Rudman (Mendoza).
Junta Fundadora: Roberto “Tito” Cossa, Emilce Moler, Fortunato Mallimaci, Alejandro Mosquera, Noé Jitrik, Adrián Paenza, Tununa Mercado, Mempo Giardinelli, Luis Borda, Andrés Avellaneda, Fernando Basso, Arnaud Iribarne, Carlos Bosch, Julio Rudman, Carlos D. Resio, Natalia Porta López, Atilio Fanti, Pedro Peretti, Mónica Ambort, Graciela Bialet, Juan Pablo Verguilla, Miguel Russo, Graciela Falbo, Jorge Felippa.
Sigue en vigencia este pedido. Hoy mas notorio. Por favor nuestro pais esta en lagrimas
Creo que ha llegado el tiempo de capitalizar esta propuesta – El Manifiesto Argentino (he leìdo el libro de Mempo y ademàs, todas vuestras publicaciones por e.mail) – y consoliar ya una opciòn poltica. Me refiero a que la toma de conciencia que se trasmite, debe insertarse en la ciudadanìa a travès de formaciòn de cuadros polìticos para integrarse en un PARTIDO. Sè que no es el propòsito (aùn) del Manifiesto y quizàs reciba mucho rechazo mi punto de vista. Solo expreso lo que pienso. No concurro al Congreso, vivo en un pueblo serrano en Còrdoba y le he dado prioridad a la Marcha del 24 de marzo en Còrdoba. Atte.